En la escuela infantil Avantis, usamos el método de la letra ligada para favorecer la lectoescritura y la coordinación motriz fina.
La letra ligada es y ha sido motivo de debate en relación con las ventajas o los inconvenientes que puede suponer para el proceso de lectoescritura o, si lo preferís, para el proceso de aprender a leer y a escribir.
Algunas personas piensan que este tipo de letra debería desaparecer porque no la encontramos en nuestro entorno y, por lo tanto, no es significativa para los niños y las niñas.
Otras opinan que su aprendizaje es absurdo porque no es la letra que utilizan los adultos. Basándonos en esta última afirmación, las personas que aún escribimos en letra ligada no seríamos adultas, aunque cuando escribimos nos puedan decir que tenemos «buena letra».
A menudo se ha dicho que el uso de la letra ligada ralentiza la escritura o que es causa de la mala letra, pero no creo que sean argumentos de peso ni considero que se pueda hablar de relaciones causa-efecto.
Normalmente, las opiniones en contra están asociadas con la caligrafía o con la dificultad que supone. La letra ligada debería ser mucho más que caligrafía, y la dificultad que conlleva no debería verse como algo negativo, ya que el aprendizaje debe ir ligado al esfuerzo.
A quienes piensan que este tipo de letra debería eliminarse porque ya existe el ordenador o porque está pasada de moda, les preguntaría si creen que las bibliotecas deberían cerrarse por el mismo motivo.
Por un lado, hay que decir que la letra ligada bien hecha no resta rapidez a la escritura, sino más bien lo contrario, pues escribir sin levantar el lápiz y siguiendo un orden puede resultar más rápido que levantar la mano para escribir la siguiente letra. Por otro lado, este tipo de letra también ayuda a ejercitar la destreza manual fina, ligada al desarrollo motriz de los niños.
Sin embargo, me gustaría señalar que el objetivo no debería centrarse exclusivamente en decidir cuál es el mejor tipo de letra, sino que ambas, la de palo y la ligada, deberían ser complementarias porque contribuyen al desarrollo global de los niños.
Más allá de los debates, para el aprendizaje de la lectoescritura deberíamos pensar que lo más importante no es tanto el tipo de letra, sino el método que se utilice para aprender a leer y a escribir.
Dra. M. Teresa Fuertes
Profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación Universidad Internacional de Cataluña
Para estar actualizados diariamente puede seguirnos en nuestro Instagram.